Salut totes

Enero, tiempo de compañía

Enero es un mes para darnos cuenta de lo importante que son las personas que tenemos cerca, sentirnos parte de nuestro grupo social, sentir el cariño, la compañía, el respeto… sentir el calor del hogar nos ayudará a pasar mejor los últimos fríos del invierno.

En la antigüedad como ahora era el mes de intercambiar tiempo, favores, regalos…

Enero es un mes que nos trae una gran lección…

“… es tiempo de compartir

Justamente dar y recibir…”

Y esto nos prepara para la siguiente fiesta importante del año, la fiesta de la Luz… A principios de Febrero todo el planeta está de celebración con nombres diferentes “la fiesta de la luz”, “Imbolc”, “la candelaria”, “el festival d`Arts Lumíniques”, etc.

En la antigüedad la fiesta pagana de Imbolc se celebraba a principios de febrero, todos esperaban el momento en que los arroyos y las cascadas heladas se convierten en pasos de agua abundante y salvaje, que avisan del cambio con el deshielo.

El bosque despierta con el rugir del agua, las primeras flores aparecen y los días son cada vez más largos. Entonces no hay duda, el frío del invierno está a punto de retirarse para dejar paso a la primavera… y eso había que celebrarlo…

En Imbolc es el tiempo del nacimiento de los corderos y de los cervatillos que se nutrirán de sus madres el primer mes de vida, por lo que también tendremos leche, que para nuestros antepasados era un regalo después de pasar las carencias del duro invierno.

Realmente es un momento importante del año y lo curioso de todo esto es que todas las celebraciones tienen un punto en común… La Luz…

Los Druidas hacían dos fuegos gemelos para que sus rebaños pasaran entre los dos como acto de purificación, recordad que ellos veían al ganado como símbolo de abundancia y sustento.

Los nuevos paganos celebran Imbolc encendiendo velitas en las ventanas y los jardines para que la luz del Sol caliente pronto la Tierra y el deshielo haga brotar la Naturaleza un año más.

El Festival d´Arts Lumíniques de Barcelona, decora toda la ciudad con luz, embelleciendo los edificios y creando ambientes mágicos y muy especiales.

La fiesta cristiana de la Candelaria es una fiesta de la luz o fiesta de las candelas, en la que las mujeres encienden velas que son bendecidas, también hay lugares donde esta luz se lleva en romería o enciende juegos purificadores.

Sea como fuere, el 2 de febrero es tiempo de celebración, de reunión con los seres queridos, de acompañarse, de disfrutar del calor de hogar y de alimentarse del cariño de esas personas que están a nuestro lado.

Quizás algo tan sencillo como cenar leche con galletas a la luz de las velas, lo podamos convertir en un gesto especial ese día para recordar que la Naturaleza ya está despertando.

Con Amor, Ninniane.

Psicoterapeuta Transpersonal

Y creadora del

“Oráculo del Corazón”

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